Nombre común: Acónito japonés - Capucha de monje

Conforma una mata amplia que rara vez supera los 90 cm de altura, compuesta por delgados tallos volubles pueden requerir de un soporte o guía para crecer.
Casi todas las especies de Acónito habitualmente se cultivan como plantas ornamentales de jardín, aunque es necesario recordar que son venenosas y por ello peligrosas, especialmente si quedan al alcance de los niños.
Dado su comedido tamaño se puede cultivar en macetas, utilizando una espaldera o cualquier soporte por el que pueda ascender.
Aunque la parte aérea es dañina si se ingiere, es en su rizoma donde guarda una mayor toxicidad; no obstante se emplea en diferentes tratamientos terapéuticos, pero siempre bajo la supervisión de un facultativo experto.

Posee un excelente follaje de color verde brillante que disfruta de un carácter perenne; las hojas son lobuladas con 3 ó 5 cortes muy profundos y otros más cortos en todo el contorno de la hoja.
Las flores son de un llamativo color azul intenso, gozan de un curioso diseño que ayuda a los insectos en la polinización, el sépalo superior tiene forma de capucha con un interior peludo.
La aparición de la floración comienza a mediados del verano y se extiende hasta el comienzo del otoño. Acabado el periodo vegetativo la parte aérea muere dejando la raíz carnosa que emitirá nuevos brotes al comenzar la temporada.
Para las regiones de clima estivales muy calurosos es preferible ubicarla en una zona de semi-sombra, sin embargo se puede emplazar a pleno sol donde disfruten de veranos poco bochornosos. No tiene problema para florecer incluso en

En general no suele ser molestada por plagas de importancia y tiene una buena resistencia en cuanto a lo que a enfermedades se refiere.
Los frutos son unas vainas capsulares, que contiene numerosas semillas.
La propagación se lleva a cabo mediante la división de la mata, mejor hacerlo en primavera aunque también se puede hacer en el otoño. Es también realizable a través de semillas en primavera.